Hay personas que hacen muchas cosas buenas, pero algunas lo hacen con pesimismo pues piensan que el mundo es un lugar inherentemente malo. Cuando los actos buenos no significa nada para sus hechores, hay menor probabilidad que los puedan continuar haciendo.
Todos debemos saber que este mundo no es un lugar oscuro, ni una jungla siniestra, si no un hermoso jardín. Y no solo cualquier jardín, si no el jardín que fue concebido para el placer de Dios, esta lleno de belleza, de deliciosos frutos y ricas fragancias, un lugar donde los deseos de Dios se hacen con toda Su esencia.
Si lo que sentimos nos sabe amargo, eso solo es porque lo primero que tenemos que hacer es remover la cáscara y sacar la fruta que se encuentra dentro.
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