lunes, diciembre 28, 2020

Poder

Cuando uno marca el alma, no necesita marcar territorio.

sábado, diciembre 19, 2020

Locura

Desperté y me aliste para la caminata matutina, hacia un frío ensordecedor pero algo muy bello me invadía este día...
Voltee al cielo y los tendidos eléctricos por todos lados obstruian la vista, sin embargo algo extraño sucedió, dos pericos verdes como musgo se detuvieron a parlotear...
El frío me ardía en los ojos, me dolía en los huesos y mi corazón comenzaba a estremecer pero emanaba un envolvente calor que me arropaba...
Cuan libre de sentir la vida me siento al respirar y dejar mi mente viajar, emociones malas, peores, buenas, hermosas, maravillosas y toda una locura de extraordinario placer...
Que rico es vivir y dejarte llevar, ser libre de elegir lo que quieres disfrutar sin control ni medida de lo que los demás pudieran llegar a pensar...

viernes, diciembre 18, 2020

Amor propio

A quien eliges amar, dice mucho del amor que te tienes...

Un amor que me comprenda

Mereces a alguien que no tenga miedo a mostrar lo que realmente siente. Mereces ser feliz al lado de alguien que tenga mucho valor y que no se asuste cuando tu naturaleza ardiente salga a la luz. En serio, necesitas a gente potente a tu lado porque te has dado cuenta de lo rápido que puede pasar la vida, y de lo importante que es aprovechar el tiempo. Lo que no te mereces es seguir rodeándote de gente cobarde que no sea sincera contigo y lo sabe. Aléjate de las personas que viven en un drama permanente y quédate con la gente que sabe ser imparcial y segura de sí misma. Ahora mismo lo que realmente necesitas es tener la certeza de que tus alas están a salvo Antes era otra historia, pero ahora te has dado cuenta de lo que realmente importa y SUMA.

Aceptación

Di-s es verdad y la verdad nos hará libres.
Cómo mantenerse firmes en el presente y aceptar la verdad?
Parece muy difícil cuando el presente es tormentoso y tú mente solo quiere escapar a lo que podría ser o se aferra al pasado a lo que ya no es...
No sabes lo increíblemente pesado, cansado e inproductivo es el no vivir el presente aceptando la realidad, hay que guardarse un momento de oración, meditación o comunión con sigo mismo, entender tu cuerpo tu presente y aceptar lo que es y soltar lo que no es. Dejar de luchar contra corriente.
Eso no quiere decir abandonar los sueños, solo dejar de luchar cuando la corriente es desfavorable y confiar en la Verdad.

jueves, diciembre 17, 2020

Eternamente

Todos necesitamos tiempo, yo te esperaré hasta diez vidas y si el destino persiste, cincuenta.
Yo quiero una mujer que sea libre de amar libremente a quien ella quiera y aun asi me elija.
Que me diga que si aunque se muera de miedo y talvez después se arrepienta porque de todas formas se va a arrepentir toda la vida por decir que no. Que bonito sería arriesgarse y que todo saliera bien.

martes, diciembre 15, 2020

Nada me faltará

Tengo todo, Eres todo lo que necesito
Tú me llevas al lugar donde encontré descanso.
Renuevas mis fuerzas, Tú guías mis pasos.

En Tus brazos cada miedo y temor se apaga
Tú me enseñas a confiar cuando mi Fe desmaya.

Tu amor Es inagotable, Tu bondad me persigue,
En Tu mesa me diste un lugar, me recibes en casa, para siempre.

Aunque pase, por el valle de la sombra y muerte
Ya no temo, yo confío, Tú estás conmigo.

Y si caigo o me pierdo, Vienes a buscarme
No me olvidas y me encuentras y nunca te rindes...

--M. Barrientos ( extracto salmo 23 )

Me rindo

Me negaré a mí mismo, cargaré mi cruz todos los días y seguiré Tu voluntad. Alíviame el dolor, bendice a mis enemigos, los he perdonado. Yo solo tengo amor para dar...

lunes, diciembre 14, 2020

Retos

Ya era tarde, eran las 7:30 a.m. y estaba nublado, lloviznando, los arroyos corrían por los pluviales inundando la orilla de las banquetas, el agua se metía a hasta mis pies, hacia mucho frio, es hasta ahora una de las mejores mañanas del año, mi mirada inclinada hacia lo lejos, mi sonrisa atravesando mi pálido rostro y con esa musica para dormirse en el piso lleno de esperanza.
Salí a caminar, a correr, a meditar, a orar y agradecer. Respirar aire puro, soñar despierto porque los días ahora parecen mejores.

Existen vacíos inllenables?, heridas del alma que te someten por desiertos desolados, acaso incurables? Porque siguen doliendo? Qué debo hacer para sanarlos? Acaso no he atravesado suficiente? O es que lo merezco?

Tan poderosa mi presencia y tan frágil mi alma, ahora no puedo derrumbarme, debo seguir caminando arrastrando mi miseria y resolverme, amarme, curarme. Sé que estaré bien, solo hay que trabajar y aguantar y disfrutar el proceso. Me necesito bien, me necesito firme, me necesito fuerte, me necesito congruente.

domingo, diciembre 13, 2020

Tiempo?

El tiempo trasciende más allá de nuestra comprensión, en un solo suceso instantáneo y atemporal ocurre la infinita existencia en su totalidad; el pasado, el presente y el futuro son parte del mismo tejido. Pero existe un regalo, un gran regalo que proviene de un propósito de amor, del soplo Divino que nos permite inhalar la vida y en un proceso bioquímico la consciencia tiene una experiencia sensorial exquisita llena tanto de dolor como de placer. Percibimos el instantáneo periodo de nuestra existencia como muchos momentos consecutivos que duran una vida entera, pero no con la misma intensidad ni al mismo ritmo.

Albert Einstein descubrió y describió en su teoría de la relatividad que la ocurrencia del tiempo es un evento relativo a la velocidad en que se desplaza la materia en el espacio, a mayor velocidad el tiempo ocurre más despacio, interesante no?

Que será entonces lo que hace que poner tu mano sobre el fuego por un segundo parece una hora pero ponerla una hora sobre la persona que amas, parece un segundo y ninguna eternidad es suficiente. Y es que el tiempo pareciera que oscila al mismo ritmo siempre pero no es así, tal como es relativo a su velocidad, también así lo es dependiendo de su posición respecto al espectro que se desplaza entre el dolor y el placer.

Es por eso que en el infinito amor de Di-s la existencia dura un instante, pero lo doloroso que es vivir la experiencia humana, hace que la percibamos por una vida entera. Entonces es muy sabio apostarle siempre al vehemencia del efímero amor que en un gran suspiro se desvanece mientras exhalamos cada letra de la palabra te AMO...



jueves, diciembre 10, 2020

Resistire

No me importa lo duro de tus pruebas, cual aberración quien sea que seas... Porque me aferro a la vida y a conseguir mi felicidad. Escuchame y escuchame muy bien, te digo sin quebrarse la voz, sin miedo a equivocarme, con toda claridad, fuerza, plena convicción y asertividad que tengas cuidado de mi porque mi voluntad sobrevive a los mas asolados desiertos, Job quedaría como principiante porque mi Fe jamas será puesta en duda.

Aunque me muestres los más dulces paraísos para que luego me los quites, aunque me duela llenar el océano en llanto, no habrá quebranto. Porque de mi boca brotara amor en abundancia y de mis manos emanara la prosperidad para ser mucho más que suficiente siempre.

Las noches más frías y obscuras tienen su fin en la alborada, así que resistiré la noche porque mi dolor no me detiene, ni el miedo me paraliza y el frio no congela mis sueños, solo con mi Fe aguardare en silencio y trabajare dejando el miedo atrás, enterrando la noche brillare mas que el sol.

Con gratitud recibo tu prueba mas dura porque así afianzo mi Fe, si quieres ahoga el sol en mi océano y bienvenida la noche que me has de mostrar que yo nunca dejare de iluminar mis días y los girasoles siempre tendrán a donde voltear.



sábado, noviembre 28, 2020

Memorable

Con lluvia y fuego cruce el océano en diez millones de faenas,
deje mis huellas en la arena y de testigo el mar, sin penas;
Rompí los grilletes del tiempo y confronte mi decisión perfecta,
para fabricar los recuerdos que te hacen solo sonreír.

Compartimos el pecado, delicadas expresiones que nos hacen sabios,
experiencias con notas dulces y picantes entre nuestros labios.

Caminamos al horizonte donde encontramos descanso,
iluminamos el cielo de rojo carmesí, el sol se despedía mientras disfrutábamos del ocaso;
Entre las olas, entre la espuma, esperando la menguante luna,
nuestras lenguas compartieron intensas anécdotas, de épocas clandestinas, de misteriosa biología.

Me perdí en la inmensidad de tu dulce voz a un ritmo acelerado que me dejo sin respiración
y nos llevo hasta el día del fin del mundo. Hay esperanza quiero mas días como este.

viernes, noviembre 27, 2020

Un regalo

I
-Estábamos en el paraíso. En el paraíso no ocurre nunca nada. No nos conocíamos. Eva, levántate.
-Tengo amor, sueño, hambre. ¿Amaneció?
-Es de día, pero aún hay estrellas. El sol viene de lejos hacia nosotros y empiezan a galopar los árboles. Escucha.
-Yo quiero morder tu quijada. Ven. Estoy desnuda, macerada, y huelo a ti.
Adán fue hacia ella y la tomó. Y parecía que los dos se habían metido en un río muy ancho, y que jugaban con el agua hasta el cuello, y reían, mientras pequeños peces equivocados les mordían las piernas.

II
La noche que fue ayer fue de la magia. En la noche hay tambores, y los animales duermen con el olfato abierto como un ojo. No hay nadie en el aire. Las hojas y las plumas se reúnen en las ramas, en el suelo, y alguien las mueve a veces, y callan. Trapos negros, voces negras, espesos y negros silencios, flotan, se arrastran, y la tierra se pone su rostro negro y hace gestos a las estrellas. Cuando pasa el miedo junto a ellos, los corazones golpean fuerte, fuerte, y los ojos advierten que las cosas se mueven eternamente en su mismo lugar. Nadie puede dar un paso en la noche. El que entra con los ojos abiertos en la espesura de la noche, se pierde, es asaltado por la sombra, y nunca se sabrá nada de él, como de aquellos que el mar ha recogido.
-Eva, le dijo a Adán, despacio, no nos separemos.

III
Me gusta el fuego. Acércale tu mano poco a poco, te acaricia o te quema, puedes saber hasta dónde llega su amistad.
Al rato salió cansado, húmedo, y no dijo nada, y se durmió.
Aquí me muero. Porque los ojos de la muerte me han visto y giran alrededor cazándome, llevándome. Aquí me callo. De aquí no me muevo.
-¿Has visto cómo crecen las plantas? Al lugar en que cae la semilla acude el agua: es el agua la que germina, sube al sol. Por el tronco, por las ramas el agua asciende al aire, como cuando te quedas viendo al cielo del mediodía y como tus ojos empiezan a evaporarse.
Las plantas crecen de un día a otro. Es la tierra la que crece, se hace blanda, verde, flexible. El terrón enmohecido, la costra de los viejos árboles, se desprende, regresa.
¿Lo has visto? Las plantas caminan en el tiempo, no de un lugar a otro, de una hora a otra hora. Esto puedes sentirlo cuando te extiendes sobre la tierra, boca arriba y tu pelo penetra como un manojo de raíces y toda tú eres un tronco caído.
-Yo quiero sembrar una semilla en el río, a ver si crece un árbol flotante para treparme a jugar. En su follaje se enredarían los peces, y sería un árbol de agua, que iría a todas partes sin caerse nunca.

IV
-Ayer estuve observando a los animales y me puse a pensar en ti. Las hembras son más tersas, más suaves y más dañinas. Antes de entregarse maltratan al macho, o huyen, se defienden. ¿Por qué? Te he visto a ti también, como las palomas, enardeciéndote cuando yo estoy tranquilo. ¿Es que tu sangre y la mía se encienden a diferentes horas?
Ahora que estás dormida debías responderme. Tu respiración es tranquila y tienes el rostro desatado y los labios abiertos. Podrías decirlo todo sin aflicción, sin risas.
¿Es que somos distintos? ¿No te hicieron , pues, de mi costado, no me dueles?
Cuando estoy en ti, cuando me hago pequeño y me abrazas y me envuelves y te cierras como la flor con el insecto, sé algo, sabemos algo. La hembra es siempre más grande, de algún modo.
Nosotros nos salvamos de la muerte. ¿Por qué? Todas las noches nos salvamos. Quedamos juntos, en nuestros brazos, y yo empiezo a crecer como el día.
Algo he de andar buscando en ti, algo mío que tú eres y que no has de darme nunca.
¿Por qué nos separaron? Me haces falta para andar, para ver, como un tercer ojo, como otro pie que sólo yo sé que tuve.

V
Mira, ésta es nuestra casa, éste nuestro techo. Contra la lluvia, contra el sol, contra la noche, la hice. La cueva no se mueve y siempre hay animales que quieren entrar. Aquí es distinto, nosotros también somos distintos.
-¿Distintos porque nos defendemos, Adán? Creo que somos más débiles.
-Somos distintos porque queremos cambiar. Somos mejores.
-A mí no me gusta ser mejor. Creo que estamos perdiendo algo. Nos estamos apartando del viento. Entre todos los de la tierra vamos a ser extraños. Recuerdo la primera piel que me echaste encima: me quitaste mi piel, la hiciste inútil. Vamos a terminar por ser distintos de las estrellas y ya no entenderemos a los árboles.
-Es que tenemos uno que se llama espíritu.
-Cada vez tenemos más miedo, Adán.
-Verás. Conoceremos. No importa que nuestro cuerpo…
-¿Nuestro cuerpo?
-…esté más delgado. Somos inteligentes. Podemos más.
-¿Qué te pasa? Aquella vez te sentaste bajo el árbol de la mala sombra y te dolía la cabeza. ¿Has vuelto? Te voy a enterrar hasta las rodillas otra vez.

VI
-El tronco estaba ardiendo cuando se fue la lluvia. El rayo lo venció y se introdujo en él. Ahora es un rayo manso. Lo tendremos aquí y le daremos de comer hojas y yerbas.
-A mí me gusta porque es rojo y azul y amarillo, y se mueve en el aire y no tiene forma, y cuando quiere dormir se esconde en la ceniza y vigila con ojitos rojos dentro dentro. ¡Qué simpático! Luego se alza y empieza a buscar, si haya cerca una rama la devora. ¡Me gusta, me gusta! ¡Le cuidaré, no estorba, es tan humilde!
-Es orgulloso, pero es bueno. ¿Qué te pasa? Te has quedado…
-Nada.
-Tienes los ojos abiertos y estás dormida. ¿Me oyes? También se ha metido en ti. Lo veo en el fondo de tus ojos, como una culebra, enamorándote. Te quedas quieta mientras él te recorre ávidamente. Giras en torno al fuego sin moverte. Fuego lento, preciso, árbol continuo, nos atraen tus hojas instantáneas, tu tronco permanente. Déjanos estar junto a ti, junto a tu amor hambriento. Creces aniquilando, medida de la destrucción, estatura hacia dentro, duración hacia atrás, tiempo invertido, muerte muriendo, nacimiento. Déjanos estar en tus párpados incesantes, investigar contigo lo que buscas, luz en fuga perpetua, en ti, como tú misma, en nosotros.

VII
-¿Que es el canto de los pájaros, Adán?
-Son los pájaros mismos que se hacen aire. Cantar es derramarse en gotas de aire, en hilos de aire, temblar.
-Entonces los pájaros están maduros y se les cae la garganta en hojas, y sus hojas son suaves, penetrantes, a veces rápidas. ¿Por qué?, ¿Por qué no estoy madura yo?
-Cuando estés madura te vas a desprender de ti misma, y lo que seas de fruta se alegrará, y lo que seas de rama quedará temblando. Entonces lo sabrás. El sol no te ha penetrado como al día, estás amaneciendo.
-Yo quiero cantar. Tengo un aire apretado, un aire de pájaro cantar.
-Tú estás cantando siempre sin darte cuenta. Eres igual que el agua. Tampoco las piedras se dan cuenta , y su cal silenciosa se reúne y canta silenciosamente.

VIII
-Hace tres días salió Adán y no ha vuelto. Ay, yo era feliz, yo era feliz.
He tenido miedo, no he podido dormir.
Estoy sola, ¿Por qué no regresa? Salí a buscarlo pero él no estaba, lo llamé. Me asusta la noche, ¿qué puedo hacer sin él? Todo es muy grande, muy largo, sin rumbo. Estoy perdida, rodeada de cosas extrañas, ¿por qué no vuelve ya?
Adán, Adán, Adán, se va a apagar el fuego, me voy a apagar yo, y tú no vuelves. ¡Qué vas a encontrar?
Y Eva se ha quedado dormida. Y estaba dormida cuando llegó Adán.
Adán llegó cansado pero no descansó. Se puso a mirarla, y la estuvo mirando por primera vez.

IX
-¡Qué fresca es la sombra del plátano! De una hoja de plátano se desprenden infinitas hojas de agua que están descendiendo siempre. Me gustan las hojas verdes, acanaladas, y los racimos, y los retoños unánimes, agudos, como una bandada de peces hacia arriba. ¿Has visto el tronco? Es un panal de agua.
Me gusta el platanar con su humedad sombría y derribada, con su lecho en que se pudre el sol y con sus hojas golpeadas y tranquilas. Me gusta el platanar cuando llueve porque suena sonoramente, porque se alegra como una bestia bañándose y saltando.
Me gusta la sombra del plátano y sus pequeños nidos de aire, y el aire dulce y torpe aprendiendo a volar. Me gusta tirarme en el suelo sin raíces y sentir cómo transcurre el agua y quedarme inmóvil, oyendo.
Fuimos al mar. ¡Qué miedo tuve y qué alegría. Es un enorme animal inquieto. Golpea y sopla, se enfurece, se calma, siempre asusta. Parece que nos mirara desde dentro, desde lo hondo, con muchos ojos, con ojos iguales a los que tenemos en el corazón para mirar de lejos o en la obscuridad.
En un principio nos tiró varias veces. Después Adán se enfureció y se puso a dar de puñetazos a las olas. A mí me dio risa, me quedé en la playa mirando. Adán no podía.
Entonces me puse a oír el mar. Ya iba obscureciendo. Suena igual que la noche, con un vasto, infinito silencio, con una honda voz. Se extiende su sonido obscuro y nos penetra por todas partes. Es un sonido de agua espesa, de agua que quiere levantarse como un animal herido.
De ahora en adelante viviremos a la orilla del mar. Aquí están a la misma altura el sol y el mar, a la misma profundidad las estrellas y los grandes peces.
-Aprenderemos el mar, Él también tiene sus montañas y sus vastas llanuras, sus pájaros, sus minerales, y su vegetación unánime y difícil. Aprenderemos sus cambios, sus estaciones, su permanencia en el mundo como una enorme raíz, la raíz del árbol de agua que aprieta la tierra, el árbol inmenso que se extiende en el espacio hasta siempre.
El mar es bueno y terrible como mi padre. Yo le quiero decir padre mar. Padre mar, sostenme, engéndrame de nuevo en tu corazón. Hazme incorruptible, receptora del mundo, purificadora a pesar.

XI
Me duele el cuerpo, me arden los ojos, parece que estuviera quemándome. Mi agua está hirviendo dentro de mí. Y un viento frío bajo mi piel anda aprisa, frío, y termina empujándome la quijada hacia arriba con golpes menudos e incesantes.
Estoy ardiendo, no puedo ni moverme. Estoy débil, con dolor, con miedo. Eva no ha dormido, está asustada, me ha puesto hojas en la frente. Cuando me puse a hablar anoche se me echó encima y se restregó conmigo y quería callarme. Así se estuvo y tenía los ojos mojados como mi espalda. Le dije que sus ojos también me dolían y ella los cerró contra mi boca.
Ahora tengo sed, estoy golpeado y seco. Me duele, tengo la cabeza podrida. No hay una parte mía que no esté peleando con otra. Quiero cerrar mis manos ¡Qué diferente de mí es todo esto!
Esto es ser otro, otro Adán. Está pasando a través de mí y me duele.
Me gustaría estar rodeado de piedras calientes.
El otro día me gustó un árbol, lo derribé. Caía con ruido quebrándose, cayéndose. Así estoy sonando, así, hacia abajo, apretado, derrumbado, sonando.

XII
Es una enorme piedra negra, más dura que las otras, caliente. Parece una madriguera de rayos. Tumbó varios árboles y sacudió la tierra. Es de ésas que hemos visto caer de lejos, iluminadas. Se desprenden del cielo como las naranjas maduras y son veloces y duran más en los ojos que en el aire. Todavía tiene el color frío del cielo y está raspada, ardiendo.
-Me gusta verlas caer tan rápidas, más rápidas que los pájaros que tiras. Allá arriba ha de haber un lugar donde mueren y de donde caen. Algunas han de estar cayendo siempre. Parece que se van muy lejos ¿a dónde?
Esta vino aquí pero la llevaré a otro sitio. La voy a echar rodando hasta los bambúes, los va a hacer tronar. Quiero que se enfríe para abrirla.
-¡Abrirla! ¿Qué tal si sale una bandada de estrellas, si se nos van? Han de salir con ruido, como las codornices.

XIII
Eva ya no está, de un momento a otro dejó de hablar. Se quedó quieta y dura. En un principio pensé que dormía. Más tarde la toqué y no tenía calor. La moví, le hablé. La dejé ahí tirada.
Pasaron varios días y no se levantó. Empezó a oler mal. Se estaba pudriendo como la fruta, y tenía moscas y hormigas. Estaba muy fea.
La arrastré afuera y le puse bastante paja encima. Diariamente iba a ver cómo estaba. Hasta que me cansé y la llevé más lejos. Nunca volvió a hablar. Era como una rama seca.
No sirve para nada, no hace nada. Poco a poco se la come la tierra. Allí está.
Se la come el sol, no me gusta. No se levanta, no habla, no retoña.
Yo la he estado mirando. Es inútil. Cada vez es menos, pesa menos, se acaba.

XIV
Ah, tú, guardadora del mundo, dormida, preñada de la muerte, quieta. ¡Qué inútil es hablarte, hablarme! Hombre solo soy, quedé. Quedé manco, podado, a mi mitad quedé.

XV
Bajo mis manos crece, dulce, todas las noches. Tu vientre suave, manso, infinito. Bajo mis manos que pasan y repasan midiéndolo, besándolo, bajo mis ojos que lo quedan viendo toda la noche.
Me doy cuenta de que tus pechos crecen también, llenos de ti, redondos y cayendo. Tú tienes algo. Ríes, miras distinto, lejos.
Mi hijo te está haciendo más dulce, te hace frágil. Suenas como la pata de la paloma al quebrarse.
Guardadora, te amparo contra todos los fantasmas, te abrazo para que madures en paz.

--Sabines, J. (1952), Adan y Eva.


miércoles, noviembre 25, 2020

Extracto del alma

Descubrí que mi obsesión de que cada cosa estuviera en su puesto, cada asunto en su tiempo, cada palabra en su estilo, no era el premio merecido de una mente en orden, sino al contrario, todo un sistema de simulación inventado por mí para ocultar el desorden de mi naturaleza. Descubrí que no soy disciplinado por virtud, sino como reacción contra mi negligencia; que parezco generoso por encubrir mi mezquindad, que me paso de prudente por mal pensado, que soy conciliador para no sucumbir a mis cóleras reprimidas, que sólo soy puntual para que no se sepa cuan poco me importa el tiempo ajeno. Descubrí, en fin, que el amor no es un estado del alma sino un signo del zodíaco
--G. Garcia Marquez

sábado, noviembre 14, 2020

Ella hizo a El hombre bueno...

Todo lo que Di-s creó, El dijo que es bueno. Excepto por algo, El también dijo: "No es bueno que el Hombre esté sólo."

Y entonces El creo a la Mujer, y todo es desde entonces Muy bueno.

Entonces, como es posible que un hombre pueda despreciar a la mujer que hizo que fuera de No bueno a Muy bueno?


Extracto de amor...

Hemos visto arder tantas veces el lucero besándonos los ojos y sobre nuestras cabezas destorcerse los crepúsculos en abanicos girantes.

Mis palabras llovieron sobre ti acariciándote.
Amé desde hace tiempo tu cuerpo de nácar soleado.
Hasta te creo dueña del universo.
Te traeré de las montañas flores alegres, copihues, avellanas oscuras, y cestas silvestres de besos.

Quiero hacer contigo
lo que la primavera hace con los cerezos.

P. Neruda, extracto poema XIV